Termina el verano y llegan las estadísticas. Año tras año, los datos que se manejan en cuanto a personas que acuden a terapia de parejas en Palma de Mallorca hablan de las rupturas que se producen tras el descanso vacacional y, año tras año, las estadísticas van de mal en peor. Parece mentira que un tiempo de asueto, disfrute y ocio pueda ser el detonante del fin de muchas relaciones de pareja, pero los números están ahí y la realidad es que así es.
Todo apunta a que, aunque siete de cada diez parejas refuerzan su unión, las otras tres ven cómo su falta de comunicación y lazos conyugales quedan en evidencia por la intensificación del tiempo en común. El resto del año, las obligaciones y la falta de tiempo parecen maquillar lo que queda exento de filtros en los meses estivales. Es una realidad la confusión del equilibrio emocional con la rutina, otro de los grandes enemigos a batir en esto de las parejas.
Las vacaciones no son el único enemigo: no obstante, según lo que se desprende de cada caso de terapia de parejas en Palma de Mallorca. El aumento de tiempo, la posibilidad de una visión diferente de la pareja en este tiempo o el agravamiento de una situación de conflicto que se espera resolver en esas vacaciones tan deseadas, no son los únicos detonantes de esas separaciones que cada año van en aumento: las familias a veces restan lejos de sumar.
Las vacaciones en familia producen en muchos casos situaciones de estrés que llevan a parejas incluso consolidadas a una serie de problemas que se agravan en vacaciones. A menos independencia, mayor riesgo, una ecuación que no falla.
En Nicolau Psicoterapeuta, nuestro equipo de profesionales, te daremos todas las claves para la resolución de los conflictos de pareja y para ayudarte a no formar parte de esta triste estadística.